ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE CRISTIANOS QUE COQUETEAN CON ORIENTALISMOS

El cristianismo oriental y latino, siempre en su aprecio a los santos padres y según la enorme experiencia espiritual que ha sido fructífera en miles de santos, siempre ha insistido en el DISCERNIMIENTO DE ESPÍRITUS, ya sea para evaluar una doctrina o los fenómenos de tipo psíquico y espiritual.

Hoy día mucha gente está ávida de «sensaciones», «experiencias», de meterse en sistemas espirituales sin o con pocos dogmas, entre menos rígidos y claros, mejor. Hay una tendencia a lo pragmático: «si me hace sentir mejor, si me siento bien, si es algo inofensivo y fraternal, es bueno» ¡según un criterio muy ligero y común!

Sin embargo, «¡no todo lo que brilla es oro!» Los orientalismos no son jamás en primer lugar técnicas de relajación o anti estrés  sino espiritualidades, manera de pensar y vivir. Y aún, tratando de quedarse solo con técnicas sin nexo religioso (lo que es imposible en el fondo…), subyace en ellas un fondo espiritual que se desvía de la ascética, la mística y la recta espiritualidad cristiana. Todas las coincidencias que puedan tener estos orientalismos, en su parte práctica con la oración de Jesús u otras formas de oración cristiana, son sólo aparentes y externas.

El monismo de la mayor parte de los orientalismos, presente aun en su praxis orante, tiende a volcar al sujeto hacia una «autorrealización» y «conciencia» de su divinidad. Pecado original, infierno, Trinidad, salvación en Cristo, incorporación a la Iglesia, gracia, etc., son negados frontal o sutilmente. Se propicia un «íntasis» en la medida que el «éxtasis» implica una ascensión hacia un Dios cercano, dentro de nosotros si se quiere, cierto, pero sustancialmente distinto del ser humano y de la creación, en cambio en los orientalismos, no existe una diferencia esencial entre naturaleza y divinidad, de allí que se induzca a la auto exploración  no para hallar a Dios en uno mismo, sino para ser consciente de que ¡uno es dios! Bien y mal en tal concepción son grados de una misma cosa, de allí el desprecio por la «dualista» visión cristiana. De allí que en parte del hinduismo existe el culto a Kahli y otras hierofanías que asumen el mal como parte no a combatir sino integrante de la vida en el cosmos.

Y sabemos que muchos de los fenómenos (levitación, visiones, quietud, falkirismo, adivinación, materialización de objetos, etc.) no son inventos ni exageraciones, existen y se dan en contextos de prácticas orientalistas. Pero despreciando el discernimiento espiritual, a los occidentales solo les suele importar e impresionar la vistosidad y tener esas facultades, consolaciones espirituales y calma o vigor corporal, sin importarle el origen de tales fenómenos. Todos ellos suelen inducir a la auto adoración del hombre y de lo creado, al interés desmedido en lo fenoménico, contingente y no en la búsqueda sincera de un Dios personal, relevante y capaz de establecer maneras para relacionarse con Él. Nada de esto pertenece a Cristo ni a su Evangelio, y sí se parece mucho a la tentación de nuestros primeros padres por manos de la Serpiente antigua: «Si coméis de este fruto seréis como dioses!».

Es el mismo mensaje el de hoy: «¡NO LE HAGAN CASO AL DIOS CRISTIANO NI A SUS MINISTROS; SABEN QUE SI USTEDES SE AUTORREALIZAN Y TOMAN CONCIENCIA DE LA DIVINIDAD DEL TODO, SE LES CAE EL NEGOCIO, SABRÁN LA VERDAD Y MANIFESTARÁN A DIOS EN USTEDES MISMOS!».

Ver este link:

http://www.fatheralexander.org/booklets/english/hinduism_e.htm#_Toc63388479

Es un texto bastante bueno que espero sea de provecho para todos los cristianos de rito latino u oriental que lo lean, y en especial también, para aquellos que lamentablemente mezclan su fe con prácticas y doctrinas orientalistas, como el yoga, el zen, hinduismo, meditación trascendental, etc. Es cierto que hay cosas buenas, «semillas del Verbo», fuera de la Iglesia, pero recuérdese que están mezcladas con errores, algunos graves, y males auténticos.

Este texto consta de una miscelánea de escritos relacionados con estos temas, y destaco dos apartados el testimonio de una cristiana que fue monja y durante 20 años conoció y vivió el hinduismo, yendo incluso como «peregrina» a centros espirituales de ellos, y cómo se dio cuenta del engaño en que vivió y sus peligros. Es notable también, la anécdota de un ex ocultista converso y que se hizo cura y monje, sobre el poder de la oración de Jesús para neutralizar los fenómenos psíquicos y preternaturales producidos en contextos de esta religiones orientales.

 

TENIENDO A JESUCRISTO Y LOS TESOROS RICOS Y VARIADOS ESPIRITUALES DE SU IGLESIA, ES INDIGNO, TRISTE Y REPROBABLE QUE LOS CRISTIANOS ANDEN BUSCANDO LUZ Y «EXPERIENCIAS» ¡FUERA DEL CUERPO MÍSTICO DE CRISTO! ES UN SOBERANO ACTO DE DESPRECIO Y DE SUPREMA IGNORANCIA, PUES SI EN VEZ DE GASTAR SU TIEMPO EN ESTAS PRÁCTICAS Y DOCTRINAS, MEJOR PROFUNDIZARAN SU FE, DESCUBRIRÍAN COSAS MUY ÚTILES, RECTAS Y EDIFICANTES PARA SU PROGRESO ESPIRITUAL.

 

 Roberto López-Geissmann H.