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DESTRUCTORES DE LA LITURGIA CATÓLICA

25 de julio de 2012

El movimiento litúrgico desviado

Empezaron bien y terminaron mal: así puede resumirse la tragedia de unos monjes que, desviándose un poco, hicieron naufragar todo el movimiento litúrgico. Dom Lambert Beauduin, Dom Casel, Pius Parsh, Romano Guardini etc; estos hombres no fueron la voz de la Tradición Católica genuina. Quisieron utilizar la Liturgia según sus ideas personales y no transmitir lo que habían recibido de las manos santas de Papas, obispos y sacerdotes que les antecedieron. Influidos por el espíritu de su tiempo, quisieron fabricar liturgias; menospreciaron lo que habían recibido y decidieron eliminar de la Liturgia todo lo que la Iglesia había hecho durante dos mil años, sin tener en cuenta que el Espíritu Santo influyó sobre lo transmitido. El padre Bonneterre dice que: «el doble pecado mortal del movimiento litúrgico desviado es la búsqueda de un arqueologismo desenfrenado que se traduce por el desprecio no solamente de la Liturgia barroca del Concilio de Trento, sino también de la Liturgia de la Edad Media. Lo que cuenta es la arqueología de los primeros siglos que ellos van a resucitar artificialmente».¹

Dom Casel (1886-1948)

Alguien dijo: «Dom Casel nos ha hecho salir del callejón sin salida de las teorías postridentinas del Sacrificio»². Esto significa que Dom Casel, monje alemán, ha destruido toda la barrera que había levantado el Concilio de Trento frente a la herejía protestante que niega la realidad del Sacrificio de la Misa. Dom Casel y sus compañeros triunfaron y sus ideas penetraron profundamente en el catolicismo mediante el Concilio Vaticano II y la nueva Misa fabricada por unos ideólogos³.

Dom Lambert Beauduin (1873-1960)

Este sacerdote entra en 1906 a la edad de 33 años a la abadía de Mont- César (Bélgica) fundada por la de Maredsous en 1899. Rápidamente descubre en la Liturgia, siguiendo a San Pío X, un maravilloso medio de formar a los fieles en la vida cristiana. Durante unos años trabaja muy bien. Por desgracia, Dom Lambert se desvía poco a poco del camino recto y cambia finalmente los fines de la Liturgia, insistiendo más bien sobre la pastoral litúrgica.

Después de la Primera Guerra Mundial, Dom Lambert se transforma en un entusiasta propagandista del Ecumenismo, es decir, la reunión de todos los cristianos; sus ideas contenían graves errores y eran muy peligrosas para los católicos. Antes del Concilio vaticano II (1962- 1965), Dom Lambert había ya trazado el plan ecuménico que hoy destruye a la Iglesia Católica.

«Nuestro monje muy pronto, sin confesarlo, va a hacer pasar sus concepciones ecuménicas al «Movimiento litúrgico» va a trabajar, (sus sucesores aún más que él), en adaptar nuestra Liturgia católica romana a las necesidades del apostolado, mejor todavía, a las urgencias de la unión de las Iglesias»4.

En 1926, el diplomático Roncalli, futuro Juan XXIII, decía que el método de su amigo Dom Lambert era el bueno. El Papa Pío XI y el Cardenal Mery Val decían lo contrario. Y por esta razón en 1928, Pío XI publicó la encíclica Mortalium animos, verdadera carta del ecumenismo católico genuino. Dom Lambert fue dos veces juzgado por su actitud peligrosa y fue alejado de Bélgica su país natal. En Francia, lugar de su destierro, trabajó y sembró sus ideas revolucionarias en la cabeza de bastantes sacerdotes. Tuvo mucha influencia por ser un entusiasta de primera.

Para los modernistas el Movimiento litúrgico desviado va a ser una arma para hacer de la Liturgia, ante todo, un medio de apostolado; hacer doblegar la Liturgia a las exigencias del apostolado. De teocéntrica, la Liturgia será antropocéntrica. El hombre estará en el centro de la Liturgia y ya no Dios. Algo peor, después de la condenación del modernismo por San Pío X, los modernistas, corruptores de la fe católica, se aprovechan de la Liturgia para continuar cambiando la Iglesia por dentro y conducirnos al caos actual. (Para entender algo del problema, leer la encíclica Pascendi de San Pío X, Humani generis de Pío XII que denuncian al modernismo y a la nueva teología).

Su plan se resume: 

  1. Adaptar la Liturgia a las necesidades del apostolado.
  2. Urgencia en la unión de las iglesias a toda costa.
  3. No disociar el ecumenismo de la Liturgia que inocula las ideas de las almas.

En 1946, el padre Duployé hacía esta confidencia:

«Hemos tenido contacto con los representantes de diferentes iglesias cristianas. Dom Beauduin nos enseñó para siempre a no disociar ecumenismo y Liturgia».

El mismo padre dice que el Movimiento litúrgico, en Francia bajo la influencia de Dom Lambert, puso en marcha una gigantesca revolución a la que ya no domina. «Los riesgos existen, y son temibles» confiesa el padre Duployé. «Constituimos una punta avanzada en el clero francés. No hablamos el mismo lenguaje que la mayoría de los párrocos y si la mayor parte del episcopado sigue nuestro esfuerzo con simpatía, cuya sinceridad no pongo en duda, puede muy bien coincidir con una ignorancia casi completa de los principios que nos guían… Entre esta punta de avanzada y la mayoría del clero francés, debemos vigilar, según una táctica que ha sido muy bien puesta de realce… para que no se creen intervalos… debemos saber callar y saber esperar. Públicamente no podemos sino presentar al clero el pan bien cocido. desde el principio de nuestro esfuerzo hablamos de adaptación y evolución litúrgica. Me pregunto a veces si no nos engañamos con estas palabras… Estamos sobre una máquina lanzada a gran velocidad. ¿Somos todavía capaces de conducirla? Les confieso que para terminar, mi cansancio y mis temores».5

Esto fue revelado en 1968 por el discípulo de Dom Lambert. Los liturgistas modernos actúan como una asociación de iniciados, ellos saben lo que quieren, pero los demás reciben pan cocido, no saben a donde los conducen los iniciados.

La santa Sede y el movimiento litúrgico

El 20 de noviembre de 1947, Pío XII mediante la encíclica Mediator Dei, con discernimiento y una habilidad extraordinaria, retiene todo lo que hay de bueno en el Movimiento litúrgico, y condena enérgicamente sus desviaciones. El Papa dice:

«Notamos no sin preocupación y sin temor, que algunos están demasiado ávidos de novedades y se extravían fuera de los caminos de la sana doctrina y de la prudencia… manchan de errores esta santa causa, de errores que tocan a la fe católica y a la doctrina ascética»

El Papa condena las novedades temerarias:

«Hay que reprobar la audacia completamente temeraria de quienes, con deliberado propósito, introducen nuevas costumbres litúrgicas o hacen revivir ritos perimidos, en desacuerdo con las leyes y rúbricas ahora en vigor (…) Sería salirse de la recta vía el querer devolver al altar su forma primitiva de mesa» El Papa termina la encíclica poniendo a los obispos en guardia contra «la introducción de una falaz doctrina, que altera la noción propia de la fe católica». Por desgracia esta falaz doctrina produjo la nueva misa.

La táctica de los modernistas es: ser organizados a nivel nacional e internacional; producir muchos temas que tratan de todos los temas litúrgicos; propagar sus ideas y presentarlas a los obispos favorables a ellos; después de haber convencido a los obispos estimularlos para que presenten al Vaticano estas ideas y deseos de los liturgistas modernistas como si fueran los deseos de los obispos, sacerdotes  y pueblo católico. También utilizan los documentos del Papa para un fin contrario a las intenciones del Papa.

A nivel europeo los revolucionarios utilizarán Mediator Dei para continuar la subversión litúrgica. Ellos perdieron el sentido católico primordial de la Liturgia y sus reformas lo harán perder a los católicos con el cambio de la Liturgia a partir del Concilio Vaticano II.

Los dirigentes más peligrosos del movimiento litúrgico eran sostenidos y protegidos por los más altos dirigentes de la Iglesia. ¿Cómo habría podido el Papa Pío XII sospechar que los expertos que tanto alababan los cardenales Bea y Lercaro eran, en realidad, los más peligrosos enemigos de la Iglesia? Apenas muerto Pío XII, Dom Lambert Beauduin dijo a sus compañeros:

«Si eligieran a Roncalli, todo se salvaría: él sería capaz de convocar un concilio y consagrar el ecumenismo»

En 1958, Roncalli fue elegido; y como Papa Juan XXIII abrió las puertas de la Iglesia a la Revolución Litúrgica y Ecuménica mediante el inoportuno y atípico Concilio Vaticano II, rehabilitó también a los teólogos modernistas -Yves Congar y Karl Rahner- condenados por Pío XII; apoyó con todo su poder de Papa a la reforma de la Liturgia; esta supuesta  reforma fue una auténtica revolución luterana que causó tantos escándalos, tantos sacrilegios6 y tantas ruinas espirituales, morales y materiales de la Iglesia Católica.

También en este blog:

“DELENDA EST LITURGIA”; ¡LA LITURGIA HA DE SER DESTRUIDA!

 

Bibliografía y Notas

1. Didier Bonneterre, El Movimiento Litúrgico, Buenos Aires, ed. Ictión, 1982, pág. 40
2. Bonneterre, El Movimiento pág. 40.
3. Fraternidad Sacerdotal San Pío X, El problema de la reforma litúrgica, la misa de Pablo VI y de Vaticano II, estudio teológico y litúrgico, Buenos Aires, Ed. Fundación San Pío X, 2001.
4. Bonneterre, El Movimiento. pág. 37.
5. Padre Duployé, Les origines du Centre de pastorale liturgique, 1943-1949, ed Salvator, pág. 308, citado por el padre Bonneterre, El Movimiento, pág. 65.
6. Padre Enrico Zoffoli, La Comunión en la mano, Quito, Librería Espiritual, 1985, pág. 107.

 

5 comentarios leave one →
  1. 27 de julio de 2012 8:24 AM

    Extraoirdinario resumen…

    Sintetiza, en pocos parrafos los principales ejes del movimiento de desmantelamiento de la Iglesia Catolica

    Homocentrismo vs Teocentrismo
    Democracia vs Jerarquia
    Medios vs Fines.

    Hombres insensatos!

    Han prestado oidos nuevamente a la infernal serpiente… Te prometen elevarte a ti, hombre, con tus ideas, tus fines y tu naturaleza caida, al centro de la ‘vida espiritual’, quitanto a Dios del centro y finalidad de la misma…

    Y con los oidos embelesados por este canto de sirenas, repites el error de los primeros padres… Desatender, desoir y enterrar lo mandado por la Divina Revelacion, lo inspirado por el Espiritu Santo a tantos hombres dociles que, a lo largo de la historia, han ido trazando la ruta y via de la Liturgia, de la Pastoral Salvadora para erigirte en juez de la misma…

    Sigan, hombres insensatos… sigan… caminen por la senda divergente… y cuando noten que la divergencia se separa de la recta, y que el declive los empuja hacia abajo rodando por el camino del hombre, sera (para muchos) demasiado tarde… rodaran cual pesados peñazcos y seran incapaces de detenerse hasta llegar al eterno fondo del cual no hay salida.

  2. Catalina permalink
    2 de agosto de 2012 9:50 AM

    Sigamos digo yo cerrando los ojos y venerando al INNOMBRABLE BENEDICTO XVI como supremo pastor de la IGLESIA cuando ha sido coautor de todos estos males.
    EMPIEZO A SENTIR QUE AL NOMBRARLO EN LA LITURGIA EN VEZ DE VENERAR A PEDRO estoy venerando a JUDAS traidor

    • 2 de agosto de 2012 4:53 PM

      Eso es lo que muchos vienen diciendo desde hace 50 años… Gente de la talla del mexicano «Teologo de Hierro», el Dr. Joaquin Saenz y Arriaga… Unos de ellos (de los lobos disfrazados de pastores) mas taimados que otros… unos con mejores disfraces que otros… pero todos ellos con las mismas negras intenciones: desmantelar desde adentro el Catolicismo.

      Desgraciadamente, todavia hay quien se razga las vestiduras y con el lamento de «nosotros nos somos nadie para juzgar a pedro», lo dejan en la misma silla para que desde ahi siga haciendo dagas e incendiando el bosque de la Cristiandad.

      Lo arropan y cobijan con un suave manto de «autenticidad material», para que tibiamente instalado, para que con su brillante cobertura de «canonicamente elegido» pueda hacer y deshacer… Y ciertamente, deshacen mucho mas que hacen…

      Y cuando uno les muestra que Catalina Emerich lo describe como una fotografia, se levantan ampulas por la «herejia sedevacantista»…

      En fin, que le vamos a hacer? Hasta el captar la realidad, y no cegarse, es un Don que Dios concede… a los que lo piden!

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