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EL DIABLO EN HÁBITO SAGRADO

11 de febrero de 2011

 

A diecinueve kilómetros del famoso castillo de Rambouillet, en Seine-et-Oise, el burgo de Monfort-l´a Amaury es célebre sobre todo por su catedral, construida entre el cuatrocientos y el quinientos, en uno de los vitrales a colores de esta catedral está representada la tentación de Jesús en el desierto, donde con gran sorpresa, de quienes la miran, parece el Diablo transfigurado en atuendo de santo eremita, con sayo y capucha, más con aspecto de peregrino devoto que de tentador. La única alusión a su carácter infernal se alcanza a ver en el color rojo de sus calzones. Aquellos vitrales son obra del siglo XVI y tal vez contemporánea de los primeros albores heréticos. El anónimo pintor ¿trató de insinuar maliciosamente que en aquel tiempo, inquieto y corrompido, el Diablo se escondía gustoso bajo los hábitos de monjes y frailes?
Es cierto que en toda la historia cristiana -desde los eremitas de Tebaida a los curatos de Ars- el demonio siempre tuvo comercio con los hombres de Dios, con los religiosos y con los ascetas, ora como perseguidor y tentador, ora como inquilino molesto de sus almas.
Pero dejando ya la Edad Media, que ofrece documentos innumerables pero no siempre irrefutables, nos dirigiremos sin salir de Francia, al «gran siglo». Uno de los casos más famosos de invasión diabólica es la del padre Jean Joseph Surin, docto jesuita, nacido en Burdeos en 1600, al cual se deben obras de profunda piedad como el Cathechisme spiritual (1661) y Fondements de la vie spirituelle (1669).
Este pío jesuita era un excelente exorcista y por eso fue llamado a exorcizar a las famosas Ursulinas de Loudun, perseguidas implacablemente por obsesiones diabólicas. El padre Surin hizo lo suyo y consiguió liberar a algunas monjas obsesas; pero el Diablo entonces, se las tuvo con él y se vengó cruelmente.
De esto tenemos precisamente el testimonio del mismo padre Surin, en una carta escrita por él al padre D^Attichy, jesuita de Rennes, el dia 3 de mayo de 1635. El pobre exorcista cuenta al hermano de estar de continuo acompañado y dirigido por muchos diablos, sobre todo, por el tremendo Leviathan, que, junto con Lucifer y Belzebú, constituye la trinidad infernal.

«Soy dueño de muy pocos actos -relata el pobre jesuita-: cuando yo quiero hablar, se me niegan las palabras; en las misas me quedo detenido de súbito; en la mesa no puedo llevar bocado a la boca; en la confesión olvido de pronto todos mis pecados, y siento al Diablo ir y venir por mi casa como si estuviera en la suya. En cuanto me despierto ya está aquí; en la oración trastueca mis pensamientos como le place; cuando el corazón comienza a dilatarse lo llena de rabia; él me duerme cuando yo quiero estar en vela, y, públicamente, por la boca de las poseídas se vanagloria de que él es mi maestro a quien yo no puedo contradecir en nada»


Se trata pues, de una posesión diabólica en toda regla. El Diablo ocupaba el alma y dominaba la vida del desventurado exorcista sin darle casi tregua. Y la posesión no fue corta: duró nada menos que veinte años, con rarísimas y efímeras remisiones. El Demonio era a tal punto dueño del alma y del  cuerpo del padre Surin que una vez lo obligó a arrojarse de una ventana y se rompió una pierna.
Como vemos, el padre Surin no tenía nada de satánico y el ocultismo le producía un verdadero horror. Era más bien un acérrimo enemigo de Satanás que el padre Surin se esforzaba en conjurar con las sacras fórmulas y no podía tener complacencia alguna para con el enemigo de durante veinte años y solamente la vejez liberó al desventurado jesuita de aquella horrible posesión. Porque el padre Surin no fue únicamente perseguido y tentado por el Demonio, como sucede a menudo a la gente de la Iglesia y a los enamorados de Dios, sino directamente poseído, es decir, habitado por Satanás.

La primera causa que se ofrece a la imaginación para dar con la razón de semejante caso es la venganza: el Diablo quiso tomarse el desquite sobre el exorcista, su declarado adversario. Pero quizá no se trate exclusivamente de una venganza.

No hay que olvidar que Satanás es, más que nada, el enemigo de Dios y que por consecuencia es impulsado por su odio a las tentativas de substraer a Dios a sus servidores más fieles. Su obra maestra consiste precisamente en tomar el lugar de Dios en aquellos que siguen y aman a Dios sobre la tierra. Es su gran victoria, la más ambicionada que le consuela de su caída. Y como él es, por naturaleza, maligno e hipócrita, debe experimentar una aguda y profunda voluptuosidad cuando consigue adueñarse de un religioso y cuando logra pavonearse por los caminos del mundo bajo el sayo de un cenobita o bajo la veste talar de un sacerdote de Cristo.


El Diablo
Giovanni Papini

7 comentarios leave one →
  1. Juana permalink
    18 de May de 2012 9:23 PM

    Por favor….han pasado más de 350 anos y continúa la superstición, la ignorancia y el fanatismo religioso.

    • Fernando permalink
      15 de junio de 2012 7:57 AM

      Juana! Vos hablás desde el desconocimiento y desde tu parecer. Por más que lo niegues Dios existe y el demonio también. Yo soy de cabello rubio, por más que no me creas, yo sigo siendo rubio. Asi te esta sucediendo con lsa cosas de Dios.
      El demonio se complace de 2 formas: Cuando lo alaban-> porque creen en el, y cuando niegan su existencia-> porque las personas piensan que las cosas malas no vienen de el y son solo humanas y entonces puede trabajar comodamente.

    • angek_d permalink
      29 de marzo de 2014 11:58 PM

      Juana, que chingados haces aqui. Por que no vas a ver los videos de Lady
      Gaga como le vomita un fan.

  2. María Ángeles Navarro Girón permalink
    19 de May de 2012 8:15 AM

    La existencia del diablo es dogma de fe promulgada bajo diferentes prismas en numerosos concilios desde el comienzo mismo de la Iglesia.
    Por ejemplo, en el concilio de Letrán (año 1215): «Porque el diablo y demás demonios, por Dios ciertamente fueron creados buenos por naturaleza; mas ellos, por sí mismos, se hicieron malos. El hombre, empero, pecó, por sugestión del diablo» (D 428).
    La razón de citar este texto es porque aquí se habla también de los hombres que pecaron por sugestión del diablo.
    Se podrá discutir la veracidad de determinadas manifestaciones diabólicas, pero ciertamente la mejor de sus armas contra los fieles es justamente conseguir que no crean en su existencia.

  3. 11 de octubre de 2012 1:59 PM

    la unica posible trinidad infernal seria tal y como lo anuncia la biblia en el apocalipsis son la bestia,el anticristo y el falso profeta,esta seria la trinidad infernal la que esta en contraposicion a la verdadera santisima trinidad la unica,indisoluble y santa(padre,hijo y espiritu santo) que entre las tres constituyen el Dios trino,un solo Dios verdadero y unico,en los tiempos del fin aparecera el famoso y temible anticristo y como su misma palabra lo dice,todos sabemos que cristo es jesucristo el hijo de Dios,el mesias,el ungido,el salvador de la humanidad bien la palabra anti o «anti» denota contrariedad,oposicion,enemistad,el anticristo sera algo asi como un demonio o diablo muy poderoso igual de poderoso que jesucristo y este se enfrentara a el, el anticristo tendra como unica mision condenar a la humanidad,perderla,lo engañara a gran escala,a toda la humanidad para que rinda culto a la bestia(el diablo) no nos podemos dejar engañar el anticristo se mostrara como un mesias,tomara la apariencia de jesucristo,para engañarnos,pero deben haber signos claves algo que lo diferencia del verdadero cristo,ejemplo si este te pide que asesines a otra persona como sacrificio en adoracion a el,este no puede ser cristo,no puede serlo,cristo es el camino,la verdad y la ¡VIDA! VIDA, jesus no busca la gloria para si mismo,bueno eso creo yo,si este empieza a pedir adoracion,sera necesario mencionar a jesucristo,la biblia y las obras de Dios padre,a ver que actitud toma,que dice o que hace,si este muestra rechazo o odio a hacia ellos,sospechare,me documentare,lo investigare,lo voy a desenmascarar,ese no puede ser cristo,es un demonio,recordemos que el diablo es el padre de la mentira,este es muy habil para tentar y engañar por lo que hay que rezar y pedir la presencia del verdadero Dios y que no nos deje solos,tiene que haber algo clave que diferencie a cristo del anticristo y que nosotros como humanidad lo podamos,identificar,desenmascarar y demandarlo ante la justicia divina por mentiroso,embaucador,siempre,pero siempre invoquen la proteccion del padre,hijo y espiritu santo ¡no hay mas! no se dejen llevar por algo diferente a la santisima trinidad.al diablo sera destruido y arrojado al lago de fuego junto al anticristo y el falso profeta por los siglos de los sglos.

  4. 29 de octubre de 2012 3:27 PM

    Muy buena entrada.

    Quiero aportar que he estado leyendo el Libro: «Presencia de Satán en el mundo moderno» de Mons. Cristiani, y este menciona en la pág 69 «Todo el mundo conoce también el célebre caso del padre Surin cuya prueba — la posesión — duró treinta y un años y fué para él la fuente indudable de méritos muy grandes.» En la entrada se cita que fue por 20 años.

    Tampoco se nos puede olvidar que Satánas no es mas que un perro atado y no tiene mas poder que Dios.

    Y justo como cita Mons. Cristiani:

    «La posesión puede ser y es seguramente, a veces, una prueba permitida por Dios, como en el caso del santo hombre Job o en el del cura de Ars; sin que haya habido falta por parte del infestado o del poseso y sin que haya habido maleficio. El Demonio recibe u obtiene, a su pedido, el permiso de actuar. Este permiso le es acordado. Es una prueba como cualquier otra, peor que muchas otras, pero que resulta para confusión de Satán y de su orgullo. El Arpeo(como lo lo llamaba el cura de Ars) convertido en «camarada» del cura de Ars no debe de haber estado orgulloso de su fracaso frente a éste. Por lo demás ¡no se privaba de decirle su odio, de escupirle su cólera! El cura de Ars le quitaba
    almas. El lo hostigaba sin cesar, sin poder, sin embargo, vencerlo.»

    Bendiciones y saludos cordiales.

    MM.

    • Françoise Soler5 permalink
      6 de May de 2014 7:31 AM

      Hola,
      Pues algún error habrá en la duración de lo que se dice temer la posesión, porque este sacerdote nació en 1660 en Burdeos Francia y fue después de realizar un exorcismo en el convento de las ursulinas de Loudun en 1634 que padeció espiritualmente mucho. Murió en 1660. Así que no padeció 30 años, sino 15, que ya es mucho. Y luego recuperó la serenidad y escribió muchísimo. En francés se puede leer.